Experto en exportaciones sostenibles
En Calsa, la sostenibilidad es más que una palabra de moda. Es una visión profundamente arraigada. Desde que se fundó Calsa, en 1939, la sostenibilidad ha sido una parte inherente de la filosofía de la empresa. En el campo, en el taller y en la carretera.
Red local
Tanto para las hortalizas de campo como para el cultivo en invernadero, Calsa está estratégicamente situada. El máximo abastecimiento procede de productores locales. Esto supone un transporte limitado y una huella ecológica reducida dentro de este primer eslabón de la ruta.
Esto se aplica igualmente a las compras en las subastas belgas. Como último elemento de este anclaje local, Calsa también apoya a asociaciones y organizaciones benéficas locales.
Hacia una cadena alimentaria circular
Un negocio sostenible requiere compromiso y visión de futuro. Por eso, a finales de 2017, Calsa se unió como una de las empresas piloto a un proyecto de aprendizaje y mejora de FVPHouse, la organización paraguas de la industria mayorista y transformadora belga de patatas, frutas y verduras.
Dentro de la trayectoria, se ensayarán acciones concretas en torno a
- prevención del desperdicio y la pérdida de alimentos mediante una buena adecuación entre el producto y el comprador
- trabajar con menos desigualdad social, incluso más allá de las empresas y las fronteras nacionales
- Modelos de producción y consumo más sostenibles.
Casi 600 paneles solares
No hace falta decir que las instalaciones de Calsa son lo más eficientes posible desde el punto de vista energético. Por ejemplo, el calor residual de los frigoríficos se utiliza para calentar partes de la empresa.
Pero el exportador va un gran paso más allá. En el tejado de sus instalaciones hay nada menos que 576 paneles solares. Lo que equivale a una producción propia de energía de 100.000 kWh al año. Es decir, más de una cuarta parte de su propio consumo.
Materiales reciclables y renovables
Los materiales de embalaje son una necesidad a la hora de exportar frutas y hortalizas. Afortunadamente, esto no significa automáticamente montañas de residuos. Al contrario. Calsa minimiza los residuos y opta por procesadores especializados. En lugar de plástico normal, la empresa opta por envases reutilizables, como IFCO o EPS.
Para las cajas de madera se utiliza álamo, una especie de madera que crece rápidamente y convierte una buena cantidad de CO2 en oxígeno.
9% carga más eficaz
Una carga óptima y una planificación eficiente de las rutas son la base de nuestro transporte sostenible. Nuestros 14 camiones propios -como mínimo Euro V- no transportan aire. En consulta con nuestros clientes, cargamos un máximo de palés completos.
Nuestros socios externos de transporte también contribuyen a esta distribución sostenible. ¿El resultado? Hasta 9% de transporte más eficiente.